miércoles, 29 de agosto de 2012

Psicopatía bilateral

No se que me pasa,
pido mas ron y me doy cuenta
de que aún tengo llena la taza.
¡Cuan proteico desayuno!
Es la resaca mas importante del día.

Por lo que sorbo a sorbo afronto cada mañana
y así le resto los tintes de melancolía.

No me juzgueis mal,
no soy un poeta borracho,
tampoco poetisa con ligero desorden
o retraso.

Pero tengo una vena pesimista muy acusada,
tiendo a verlo todo negro,
aunque lo que me esté dando después de este peta
sea una blanca.

Cierto es que en las buenas o malas ocasiones
tiendo a ser muy franca,
cualidad peligrosa es esta, si te mueves en un entorno
donde la apariencia siempre es la mejor arma.

Oigo el chorro de la ducha,
has visto que he madrugado,
ahora te estas cagando en todo, lo sé,
estarás buscando una ingeniosa invención.

Entonces recuerdo que tengo tu blusa
en el cesto de la ropa sucia,
junto a mis bragas y otras historias turbias.

Ahora se que poco haré
para que salgan las manchas
del vino que se me derramó ayer.
-Nunca falla la táctica de...
"Pobre chica, que torpe es"-

Visto lo visto
utilizarás mi puta ducha,
beberás de mi jodido café y
buscarás una barata excusa
para no volvernos a ver.

Asi que...
Que se pudra tu blusa de Jean-Paul Gaultier.

¡Es más! Creo que se la daré a alguna pitonisa
a ver si con especias y cánticos
encuentra la mítica pócima de antaño,
esa que convierte las pollas de gran tamaño
en una vagina depresiva, carente de orgasmos.

Y es que soy rara de cojones, borracha y pesimista,
pero ante cabrones como tú,
me vuelvo la típica niña cómica de chistes irrelevantes
pero con ciertos toques narcicistas.

Ya lo dije antes,
no se que me pasa que ultimamente
mi cabeza no anda muy bien amueblada
que ya no peco de inocente.