sábado, 3 de noviembre de 2012

Caléndula

  Un sibarita genocida
con aires petulantes.
  Esperando a disfrazar
su basta inteligencia
con barbitúricos que venden
en el estanco de la esquina.

  Sin dejar de acechar
la corta minifalda
de la dulce Lorena.
      humedece su mente
      imaginándose a esta niña
      jugando con sus trenzas.

  ¡Callaros la puta boca!
Porque esto no es una trama
de mi mente enferma,

tan solo son sucesos
del subconsciente
de aquel club de los poetas muertos...
...Y es que toda broma
tiene su parte de acierto.

-The End-

Me desperezo por fascículos;
Primero caliento mis manos,
contorsiono mis curvas,
estiro mi cuerpo...
... En el lado izquierdo
de aquella cama
en la que sobraba cordura.

Y reposo el sosiego de saberlo;
De tu mente ya he sido castrada.

Y tatuado está en el dorso
de mi pecho
estas sucias palabras.

Del árbol turbio
caen cerezas.
No hay pecado,
no son manzanas.

Tan solo lo prohibido
de adecentar raíces
en la genealogía de tu extirpe.

Y es que tipos como tú
son el fruto caduco de la temporada
que trae el otoño
y se extingue...
con la llegada del frío invierno.