sábado, 3 de noviembre de 2012

-The End-

Me desperezo por fascículos;
Primero caliento mis manos,
contorsiono mis curvas,
estiro mi cuerpo...
... En el lado izquierdo
de aquella cama
en la que sobraba cordura.

Y reposo el sosiego de saberlo;
De tu mente ya he sido castrada.

Y tatuado está en el dorso
de mi pecho
estas sucias palabras.

Del árbol turbio
caen cerezas.
No hay pecado,
no son manzanas.

Tan solo lo prohibido
de adecentar raíces
en la genealogía de tu extirpe.

Y es que tipos como tú
son el fruto caduco de la temporada
que trae el otoño
y se extingue...
con la llegada del frío invierno.
 

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